Todos los países avanzados del G20 para fines de 2023 habrán revertido la caída y estarán creciendo. Chile lo logrará este año y Brasil, el próximo.
Las proyecciones de crecimiento de la OCDE para la Argentina muestran que al país le faltan al menos cinco años para recuperarse de la caída económica que le generó la pandemia desatada a fines de 2019. De hecho, de todos los países emergentes considerados para el estudio, Argentina es el que peores proyecciones de crecimiento tiene: recién en la segunda mitad de 2026 terminaría de recuperarse de la caída del 9,9% de 2020.
En el ranking de economías emergentes, Sudáfrica es la penúltima, ya que para fines de 2024 recién se estaría poniendo a la par de su nivel de actividad de 2019.
Los demás países de la región evaluados por la OCDE para sus Proyecciones de crecimiento, muestran una recuperación notoriamente más acelerada: Chile a fines de 2021 terminaría de recuperarse de la caída, mientras que Brasil lo harían a mediados de 2022. Y a México recién le llegaría su turno en el último trimestre de 2023.
En tanto, todas las economías avanzadas estarían recuperadas de la pandemia para fines de 2022 a excepción de España e Islandia, que lo harían recién en 2023. La mayoría de ellas, de hecho, ya a fin de año habrán terminado de recuperarse y algunas ya la lo hicieron. Por ejemplo, la OCDE da por hecho que al término de este segundo trimestre Estados Unidos ya habrá equiparado su nivel de actividad pre-pandemia, al igual que Corea del Sur e Irlanda; y Turquía y China, lo hicieron incluso a mediados del año pasado.
Las proyecciones de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que fueron tomadas para este cálculo contemplan el crecimiento esperado para 2021, que en el caso de Argentina es del 6,1% y también el de 2022, cuya estimación se redujo al 1,8% anual, cuando hasta diciembre del año pasado, esta proyección era más optimista: 2,2% anual.
La metodología de este ránking también implica una corrección del crecimiento del PBI por el aumento esperado de la población, que en el caso argentino, ronda el 1,1% anual. Y, para los años siguientes a 2022, la OCDE repite la proyección de ese año. Bajo estos supuestos, Argentina necesitaría 6 años y tres trimestres para recuperar el nivel de producto per cápita del último trimestre del gobierno de Macri.
«Los desequilibrios macroeconómicos persistentes y nuevas restricciones a la movilidad van a pesar sobre la demanda doméstica y limitar la recuperación. La continuada monetización del déficit fiscal mantendrá alta la inflación. La creación de empleo va a recuperarse lentamente, pero la elevada informalidad sigue siendo un problema», resumió el informe de la OCDE sobre la Argentina que evaluó como «tempranas y osadas» las políticas de sostén de la economía que desplegó el gobierno el año pasado por 2,2 puntos porcentuales del PBI.
«Ingresos mas fuertes, en parte relacionados al precio de los commodities, han mejorado un poco el resultado fiscal, mientras que el gasto covid se recortará gradualmente en tanto se afirme la recuperación. Esto reducirá la necesidad de financiamiento monetaria en el corto plazo. Delinear un sendero de mediano plazo hacia la sostenibilidad fiscal ayudaría a recuperar la confianza y impulsar la inversión. Hay un amplio espacio para el ahorro fiscal en mejorar la eficiencia del gasto público y revisar la exenciones tributarias. Ampliar las transferencias de dinero condicionales puede ayudar a reducir la pobreza que afecta al 42% de la población y sostener los ingresos, incluyendo los de los trabajadores informales», recomendó el organismo.