Tras la postergación que se realizó a principios de mes, Nación actualizará mañana los impuestos que gravan a las naftas, lo que podría derivar en una suba del precio de los surtidores de hasta un 6%, que sumará puntos a la inflación, antes de que el 15 de enero de 2021 se produzca otro aumento
El tiempo de la postergación para la actualización de los impuestos a los combustibles que dispuso el gobierno nacional se acaba, y de acuerdo al Decreto 965/2020 del 1 de diciembre, los incrementos entrarán en vigencia mañana metiendo presión al precio de los surtidores.
La postergación de la actualización impositiva que se resolvió el pasado 1 de diciembre abarcó tanto al Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) como al Impuesto al Dióxido de Carborno (IDC), los dos principales tributos que se aplican al sector.
La actualización viene en realidad con una extensa demora dado que las subas estuvieron congeladas este año por las medidas de protección lanzadas desde el inicio de la pandemia, por lo cual los aumentos a aplicar en realidad corresponden al segundo trimestre del año.
La postergación de la suba fue fundada en el decreto en el hecho de que «las circunstancias actuales y la necesaria estabilización de los precios ameritan que la actualización del segundo trimestre de 2020 surta efectos desde el 16 de diciembre de 2020, inclusive, y que toda otra actualización se suspenda hasta el 15 de enero de 2021».
Es decir que desde el gobierno se buscó evitar que este incremento genere un efecto dominó en mayores precios, costos e inflación, dado que se estima que de aplicarse la actualización correspondiente los combustibles deberían subir entre un 2,5 y un 4%.
Pero junto a la presión que esta alza impositiva genera en las marquesinas, desde el sector también se advirtió que la depreciación del peso en el contexto internacional también está jugando en contra de los valores de los combustibles locales, y llevarían la necesidad de un aumento de precios hasta el 6%.