«Estamos en una crisis sanitaria muy fuerte», advirtió el legislador Leandro Santoro y pidió no dejarse «llevar desde el sector bolsonarista de Juntos por el Cambio».
El legislador porteño Leandro Santoro advirtió este domingo que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) «está entre las peores zonas del mundo en términos de incidencia del virus sobre contagios» de coronavirus Covid-19 y alertó que la situación está «cerca» de que se tengan que conformar comités de ética «para decidir a quién se le pone o se le saca un respirador».
«En AMBA el 80% se atiende en el sector privado, están detonados, derivando gente a las clínicas de la provincia de Buenos Aires y muy cerca de constituir comités de ética para decidir a quién se lo pone y se saca el respirador», declaró Santoro, en una entrevista , en la que aseguró: «Estamos en una crisis sanitaria muy fuerte».
Remarcó que quienes dicen que el sistema no da más son los propios «actores privados del mercado de salud», cuya mirada «no tiene nada que ver con lo ideológico».
«La realidad es que esto está detonado», manifestó y juzgó: «No puede ser que nos dejemos llevar desde el sector bolsonarista de Juntos por el Cambio», en referencia al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y a la decisión del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, de desoír el mandato del DNU presidencial que amplió las restricciones por 15 días.
Además, Santoro explicó que la gravedad de la situación está determinada actualmente por dos factores concretos.
Por un lado, existen ahora «dos cepas nuevas mucho más agresivas» de coronavirus Covid-19 y, por el otro, está el hecho de que el tiempo de ocupación de las camas se extendió porque «ingresan (al sistema sanitario) personas más jóvenes», debido a que gran parte de la población adulta ya está más protegida.
Santoro también se refirió en la entrevista a un proyecto de ley de su autoría para que las decisiones sobre cierres de actividades estén determinadas por número de contagios u otro parámetro epidemiológico o científico.
«Yo propongo un método científico para que la gente sepa los viernes qué va a pasar la semana siguiente y que no se entre en discusiones berretas ni se judicialice» el tema, explicó.
Insistió con que las estadísticas deberían regular los cierres y «la política debería regularla en un punto, pero después debería funcionar automáticamente», para que la política no pueda «meter la cola», dijo.