El dirigente social había dicho que el plástico beneficia a intermediaros que cobran comisiones. Daniel Arroyo reconoció que “es una limitación” que funcione con posnet. También admitió que la pobreza aumenta por la inflación.
Tras el cruce con Juan Grabois y Emilio Pérsico, el Gobierno elabora una aplicación para eliminar el cobro de comisiones por el uso de lectores y posnet para la tarjeta Alimentar.
Tras el fuego amigo de Juan Grabois sobre el plan de asistencia social de la tarjeta Alimentar -que se sumó a los cuestionamiento de Emilio Pérsico-, el Gobierno cedió a las fuertes criticas. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, adelantó que se está trabajando en una aplicación para que se pueda comprar en forma directa en los comercios sin necesidad de utilizar un sistema lector de cobro (como el posnet), para evitar el cobro de comisiones financieras por parte de los intermediarios.
Arroyo reconoció que el hecho de que la tarjeta use este tipo de sistemas “marca una limitación que tiene que ver con el funcionamiento de la economía”. Grabois había considerado una “improvisación” la forma en que se implementa el programa.
“Estamos desarrollando un esquema con una aplicación para que se pueda vender de forma directa sin posnet”, dijo este domingo el titular de la cartera de Desarrollo Social en declaraciones a Radio Rivadavia.
Horas antes, el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) había dicho que la tarjeta Alimentar es “una decisión un tanto improvisada que definió un conjunto funcionarios encerrados en una oficina”, y que “activa todos los mecanismos de concentración económica”. Su crítica se basó en que “gran parte de la masa de dinero va derechito a manos de empresas monopólicas y actores financieros que antes que se cuente tres van con los pesos del Estado a comprar dólares”.
Habló de “política estúpida, porque no hay mala intención. La decisión está guiada por sentimientos nobles, pero carga un enorme desconocimiento de la realidad, un temor reverencial a los formadores de opinión, una confianza infantil en los formadores de precios, una enorme desvalorización de los trabajadores, una enorme sobrevaloración de los tecnócratas y una adicción inocultable a los focus groups”.
Inflación sin freno
La constante suba de precios de los últimos meses es otra de las grandes críticas que desde adentro de la coalición de gobierno del Frente de Todos le hacen al presidente Alberto Fernández y a su gabinete económico. Arroyo reconoció que la situación social y económica es “crítica” en todo el país y explicó que “la pobreza sube porque sube el precio de los alimentos”.
“La situación es muy critica y la pobreza sube porque sube el precio de los alimentos. En Argentina si sube el precio de los alimentos, sube la pobreza, claramente”, resaltó.
Según dijo, hoy “el principal problema” del país es “el precio de los alimentos”, y detalló que hay “10 millones de personas que reciben asistencia alimentaria” y que desde “hace tres meses que esa situación no cambia”.
La inflación comenzó a acelerarse a partir de noviembre del año pasado, pero en marzo marcó el número más alto en 18 meses al alcanzar el 4,8% mensual.