Tal como estaba previsto, llegó el momento de los bancos. En varias centrales está previsto despedir hasta un 20% de su personal tras el cierre masivo de sucursales. La virtualización, el quiebre de millones de pymes en el mundo, la fuerte recesión y el retiro del Estado en la asistencia social atentaron contra su estabilidad.
No se trata de una situación que se vivirá solo en la Argentina. Los grandes bancos del mundo ya tenían previsto una ola de despidos en todo el mundo ya desde la primera ola de coronavirus.
Los titulares de los principales diarios económicos y financieros repetían en sus análisis que en la primera ola se iba a ver el quiebre generalizado de las empresas industriales, pero luego iba a llegar el turno de los bancos, que en ese momento estaban apalancados por la asistencia estatal, haciendo de puentes entre los Estados Nación y los beneficiarios de los planes sociales.
Ese momento ha llegado. Wall Street amaneció este jueves 27 de mayo con la información de que «HSBC ha vendido su red de banca minorista en EEUU, poniendo fin a su difícil negocio en Norteamérica, tras 40 años de intentar dirigir un banco de servicios completos en el país. El mayor prestamista europeo se planteó por primera vez la venta de su división norteamericana, siempre deficitaria, a finales del año pasado, como parte de los esfuerzos del banco por ahorrar unos 4.500 millones de dólares en costes y recortar 35.000 puestos de trabajo», tal como reprodujo Bolsamanía.