La decisión de cerrar las exportaciones abrió la primer fisura importante en la coalición oficialista. Los gobiernos de Santa Fe y Córdoba cuestionaron la medida y suman así una nueva diferencia de peso, luego del conflicto que se abrió por la ley de biocombustibles.
El primero en expresarse fue el santafesino Omar Perotti que publicó en su cuenta de Twitter un breve hilo para manifestar su oposición a la medida que tomó el gobierno en la noche del lunes, como anticipó LPO en exclusiva.
«Tenemos las condiciones para abastecer el mercado interno y externo, manteniendo la posibilidad de exportar nuestros productos al mundo. La solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones», afirmó tajante Perotti, quien suele cuidarse al extremo de no contradecir públicamente a la Casa Rosada.
Esta es la primera vez que un gobernador peronista cruza públicamente y tan fuerte a Alberto por una medida clave para el gobierno y le agrega un punto de tensión al previsible conflicto con las entidades agrarias, insinuando una configuración de fuerzas que recuerdan a la pelea por la resolución 125.
Poco después que se expresó Perotti, se conoció la posición de Córdoba. El vicegobernador Manuel Calvo fue el vocero del rechazo a la medida, ya que el gobernador Juan Schiaretti se encuentra internado recuperándose de una intervención.
Las recetas -ya aplicadas en el pasado sin resultados- constituyen, por lo tanto, un error por partida doble. Es con incentivación de los procesos y no con limitaciones que se logran mejores condiciones. Más producción es más carne y más competitividad. Esta medida atenta contra la producción, y se corre el riesgo de consecuencias ya vistas: disminución del stock ganadero, pérdida de puestos de trabajo y desinterés y desinversiones», advirtió el vicegobernador de Córdoba.
Los dichos de Perotti y Calvo abren el riesgo de una ruptura de Fernández con los gobernadores peronista, que está relacionada con la decisión del presidente de plegarse a la agenda programática de Cristina Kirchner. Una agenda que varios gobernadores rechazan.