Nicolini había anticipado que seria obligatoria la cuarentena en hoteles pero al final dejan esa opción en manos de las provincias. Reducen de 2000 a 600 el ingreso diario de pasajeros.
El Gobierno reducirá de 2000 a 600 la cantidad de personas que podrán ingresar al país por día para evitar la circulación de la cepa Delta del coronavirus pero no impondrá la obligación de cumplir la cuarentena en hoteles.
La asesora presidencial Cecilia Nicolini había dicho este viernes que el Gobierno estudiaba la posibilidad de implementar la obligatoriedad de alojarse en hoteles durante siete días para quienes regresen de un viaje al exterior.
Sin embargo, finalmente el Gobierno, al menos hasta el 9 de julio, determinó que serán las provincias las que decidan si quieren obligar a los ingresantes a cumplir el aislamiento en hoteles o en otros establecimientos que no sean particulares. Migraciones detectó la semana pasada que el 40% de la personas que ingresaban del exterior no cumplía la cuarentena obligatoria.
«Quienes regresen del exterior entre el 1° de julio y el 31 de agosto, están obligados a aislarse en los lugares que determinen los gobiernos provinciales y de la CABA, durante 10 días, contados desde el testeo realizado en el país de origen», anunciaron desde Presidencia y de ese modo Alberto Fernández dejó la responsabilidad en manos de los gobernadores.
«Los viajeros deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino a la Argentina. Además, deberán hacerse un testeo al llegar al país y otro al séptimo día de ingreso», indicaron desde el Gobierno.
La minista de Salud, Carla Vizzotti, dijo que «sigue vigente el cierre de fronteras para el turismo extranjero y solo está permitida para argentinos o residentes, quienes deben realizarse un PCR antes de embarcar hasta 72 horas previas al viaje, hacer un test antígenos al llegar y, en caso de dar positivo, aislarse en un hotel, todo a cargo del pasajero».
«Para minimizar los riesgos y retrasar el ingreso la variante Delta, que está en 70 países, se disminuye ese cupo hasta el 9 de julio a 600 personas», dijo Vizzoti.
La ministra admitió de este modo lo que en el Gobierno ya dan por descontado, que es que la cepa Delta sea la mayoritaria en adelante. Fernán Quirós, su par porteño, dijo este viernes que «no hay ninguna duda de que tenemos por delante una nueva ola, probablemente vinculada a las nuevas variantes».
El principal temor es por el efecto que esta variante tiene aún en las personas que ya están vacunadas. El Reino Unido reveló hace dos semanas que la primera dosis de AstraZeneca es sólo 33% eficaz contra la variante Delta. Para que la cobertura sea del 90%, se deben contar con las dos dosis.
Por eso en el Ejecutivo preocupa que esta variante complique la estrategia de vacunación, que se centró en aplicar mayor cantidad de primeras dosis antes de inmunizar por completo a un sector más reducido de la población. Es por ese motivo por el que en la Ciudad decidieron avanzar con las segundas dosis antes de vacunar a los menores de 40.
En Chile, el país más avanzado en el plan de vacunación de Latinoamérica, determinaron este viernes que las fronteras estarán cerradas hasta el 14 de julio luego de que una mujer que volvía desde Estados Unidos diera positivo en la variante Delta.