Este miércoles, durante el primer día del ataque ruso contra Ucrania, confirmaron al menos 137 ucranianos murieron y otros 316 ucranianos resultaron heridos durante los enfrentamientos, informó el presidente, Volodimir Zelenski. De momento, Rusia no ha informado las bajas sufridas.
Ante este panorama, el Gobierno ucraniano pide a la población donar sangre y buscar atención médica fuera de los hospitales, si su estado de salud se lo permite, más allá de que Moscú ha asegurado que no ataca ciudades y que no existía amenaza para la población pacífica.
Dimitro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, pidió a la comunidad internacional imponer cuanto antes «sanciones devastadoras» contra Rusia para aislar al país «de todas las maneras posibles» tras poner en marcha lo que considera una invasión del territorio ucraniano.
Asimismo, hizo referencia a la importancia de que «el mundo actúe de forma inmediata» dado que el «futuro de Europa y todo el mundo está en juego», tal y como ha señalado en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
También solicitó que Rusia sea completamente excluido del sistema de transacción financiero SWIFT y ha solicitado el envío de armas a Ucrania, así como de equipamiento militar.
Por su parte, ha recalcado que es necesario que la comunidad internacional se vuelque con el país y haga entrega, además, de asistencia financiera y ayuda humanitaria, especialmente ante el posible desplazamiento de miles de personas.
Según el ministro del Interior, Arsen Avakov, el ejército ucraniano distribuyó un total de 10.000 armas a los combatientes voluntarios el jueves. Anteriormente, el presidente Volodymyr Zelenskyy llamó a los ciudadanos del país a tomar las armas.