
La serie El Eternauta, una de las producciones más esperadas y ambiciosas de la televisión argentina, no solo se convirtió en un fenómeno nacional, sino que también logró una trascendencia internacional que enorgullece a toda la industria.
Entre los técnicos que hicieron posible este hito, se encuentra un santiagueño: Pablo Roy, quien formó parte del equipo de rodaje y producción de la serie.
En diálogo Roy compartió su experiencia en el detrás de escena de esta megaproducción. “Mi función estuvo en el equipo de grip, un equipo bastante amplio. Nos encargamos de todo lo que era el montaje de los cromas, los carros para las cámaras”, explicó sobre su rol técnico fundamental.
“Metros y metros de croma que se puede observar en las fotos o en los videos”, describió, evidenciando la magnitud del trabajo.
Durante ocho intensos meses de rodaje, Pablo trabajó jornadas de hasta seis días a la semana. “Un proyecto hermoso y feliz de haber participado de algo tan nacional, tan nuestro, que se quiso realizar mucho tiempo. No había presupuesto y, bueno, ahora se logró”, expresó con orgullo. “Verlo plasmado es un orgullo”.
El equipo técnico, según cuenta, estaba compuesto por unas 150 personas, aunque en ciertas jornadas llegaron a ser más de 250, con hasta 3.000 extras, como sucedió en una noche de filmación en Barrancas de Belgrano. “La magnitud del trabajo era grande. Y había que hacerlo en horas de rodaje, diez, doce horas”, recordó.
Al preguntarle sobre la emoción de ver el resultado final, Roy fue categórico: “Lo vi, en dos días. Realmente, orgulloso de participar en algo tan grande que tenga tanta trascendencia. Se siente un lagrimón cuando termina todo eso, pero con ganas de que se arranque la segunda temporada”.
El recorrido profesional de Pablo no comenzó en Buenos Aires, sino en Santiago del Estero, su tierra natal. “Arranqué bailando folclore, después continué en el profesorado de danza. Y ahí arranqué con el tema de iluminador”, recordó.
Lleva más de 22 años trabajando en el ámbito técnico. Su primer gran evento fue en los 450 años de la provincia, de la mano del Instituto Nacional del Teatro.
Además de El Eternauta, trabajó en producciones destacadas como Atrapados, El Reino, Objetos, El Potro, y Monzón. “En Objetos grabamos en Jujuy con la China Suárez y el profesor de La Casa de Papel. Compartimos ahí un mes de grabación”, contó.
Aunque también tiene formación como actor, reconoce que su pasión está detrás de escena. “Hoy en día lo sigo haciendo. Trabajo acá con varias empresas. Una es Stoessel, que no tiene nada que ver con TINI”, dijo entre risas.
El testimonio de Pablo es un mensaje de esperanza para quienes sueñan con una carrera en el mundo audiovisual. “Con esfuerzo se llega y con la humildad también”, afirmó. “Es difícil salir de Santiago y llegar a Buenos Aires y avanzar, pero se puede, se puede”.
Finalmente, Roy agradeció a quienes lo acompañaron en su camino.
Con talento, esfuerzo y una historia inspiradora, Pablo Roy demuestra que los sueños pueden convertirse en realidad, incluso desde lo profundo del interior argentino.