Sale el FMI, entran el campo y alimenticias

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Obligado a acordar con el FMI por una nueva corrida cambiaria y la salida anticipada del poder, el Frente de Todos relanza enemigos del Frente para la Victoria.
La grave crisis política que atraviesa el Frente de Todos y la explosión inflacionaria con el temor a una dinámica del 10% mensual, un grupo de funcionarios intenta relanzar enemigos que ayudan a unificar el relato luego de haber acordado con el FMI.
El campo y las alimenticias son las nuevas amenazas que plantea el oficialismo por estas horas mientras intenta superar la fractura expuesta en el Congreso por el organismo internacional.
Si bien desde el kirchnerismo insisten en que no hay vuelta atrás, la Casa Rosada intenta mostrar gestión contra la inflación, pero ahora el ala más dura del FDT redobla la apuesta y pide un regreso del IFE aunque con otro nombre. Se pide un bono para la recuperación de los salarios mientras, consideran, transitan los efectos de la guerra.
Por supuesto, eso traería más ruido en la economía y volvería a fogonear la suba generalizada de precios.
En este marco, muy interesante el punto que marcó el analista económico, Salvador di Stéfano: “Feletti no entiende cómo una persona puede ganar 50% por acopiar cereal. Yo no entiendo cómo el gobierno me roba más del 50% de mis ingresos con la inflación; cómo le roba al productor el 60% de los ingresos con retenciones y brecha cambiaria. El productor acopia porque Estado roba”.
El economista liberal Ramiro Castiñeira hizo foco en otra parte de la conferencia de Feletti: salarios. “El salario en dólares colapsó un 70% en cuatro años. Actualmente son similares al año 2003: 500 dólares. Salarios tan bajos imponen un nuevo piso estructural a la pobreza, dado que tener trabajo ya no se asegura salir de la pobreza. Lo mismo que pasa en Cuba y Venezuela. La patria grande es con salario chico”, sintetizó.
Lo cierto es que quedaron claros los límites de la maquinita del Banco Central y cómo está pegando en los políticos argentinos la falta de acceso al crédito. No hay cajas. El recordado economista Tomás Bulat solía decir porqué la Argentina nunca iba a ser como Venezuela y eso tenía que ver sobre el principal sector que generaba las divisas: en Argentina, el campo, que está en manos del sector privado; en Venezuela, el petróleo, que está en manos del Estado con PDVSA.
Por lo tanto, esa impotencia del Frente de Todos al no tener una caja para manotear, está detonando a la coalición de gobierno y una nueva suba de retenciones amenaza la estabilidad democrática… Otra vez. Tanto por la situación interna como por la amenaza de tractorazos masivos, cortes de rutas y el apoyo que podría despertar en la clase media.

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